Reabre sus puertas el Espacio CyL Digital de León

El Espacio CyL Digital de León reabre sus puertas orientando su actividad a la Formación y Atención para el Empleo. El centro de León ha reabierto el jueves 5 de julio, uniéndose así a los centros de Zamora, Palencia, Soria y Valladolid que ya lo han hecho las semanas pasadas. Paulatinamente, se irán reabriendo el resto de centros una vez que se adapte la organización de los servicios.

Mediante esta iniciativa, los Espacios Cyl Digital se adaptan a la realidad orientando su actividad a la formación e información en empleo, autoempleo y gestión de empresas dirigiéndose sus actuaciones a desempleados, empresas y ciudadanos en general, en colaboración con el Ecyl, los Ayuntamientos y las PYMES y autónomos. En concreto, se orientarán, para la capacitación tecnológica de los ciudadanos de nuestra Comunidad para favorecer la búsqueda de empleo e impulsar el autoempleo, se asesorará a las empresas en materia de nuevas tecnologías, protección de datos y seguridad y se impulsará la inclusión digital de los colectivos en riesgo de exclusión digital. Cabe señalar que, al mismo tiempo los centros, mantendrán la zona de navegación libre para los ciudadanos en general.

De igual manera, se irán cerrando colaboraciones con administraciones, asociaciones y entidades interesadas en utilizar la infraestructura asociada a los Espacios CYL Digital para la realización de actividades de sensibilización, formación y asesoramiento tecnológico.

Por otra parte, se irán planificando actividades para fomentar el uso de la Administración Electrónica y la realización de transacciones por Internet, así como protección de datos, seguridad e inclusión digital de los colectivos en riesgo de exclusión.

El Espacio CyL Digital de León, situado en la calle Carmen de la capital leonesa, abrirá en horario de verano de 9 a 14.30 horas de lunes a viernes.

Cabe recordar que las instalaciones de los Espacios CyL Digital de Castilla y León están cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

A la rica limonada.. “ chef experto ”

La limonada semanasantera, la limonada de León, no es, mal que le pese a algunos, un refresco como la sangría, que se hace con agua, vino y trozos de fruta para solaz veraniego de las familias que rezan unidas. La limonada a la que los leoneses han atribuido la virtud mágica de hacer desaparecer a aquellos judíos «malos» que acabaron con la vida del hijo de Dios en tiempos de Poncio Pilatos es una bebida femeninamente engañosa, un brebaje de delicioso trago, de suave apariencia y de peligrosos efectos, pues contiene mucho grado alcohólico, al potenciar los azúcares las cualidades del vino. La limonada de León, la buena, no lleva agua que la rebaje, se hace con vino tinto, pero el tinto que se tomaba en León en tiempos pasados, el que llegaba directamente a las tabernas capitalinas en pellejos y cubas desde Valdevimbre, los Oteros y Valderas, con la alegre burbuja carbónica del Prieto Picudo llenándolo de originalidad. En ese vino se pone azúcar, pero no a cucharadas, previamente hay que disolverla en agua, hacer con ella un almíbar, para que el dulzor sea totalmente uniforme. Luego se debe añadir zumo de limón, varios limones en rodajas, y fruta en pequeños trozos, dicen los entendidos que entre ella no deben faltar nunca los plátanos y los higos seco, un poquito de canela, poquito… y a dejar que la mezcla macere en la oscuridad de la bodega o la despensa.. Contamos esto, que saben de sobra todos los leoneses que elaboran limonada para el consumo particular, ya que, en los establecimientos públicos, el Ministerio de Sanidad pone muchas pegas para que este brebaje casero pueda expenderse sin problemas, porque durante la cata en un reciente concurso de «Limonadas», celebrado en la capital con motivo de la pasada Semana Santa, se confundía sin ningún rubor la Limonada Leonesa (así, con mayúsculas) con la sangría y sus variantes regionales, un refresco sin más pretensiones que, si bien coincide en el sabor frutal, poco tiene que ver con la recia limonada que alguien inventó, sin duda, para animar a los cofrades penitentes a soportar el peso de los pasos que portan a sus hombros. Es, por tanto, una bebida vigorosa que se toma con deleite y que levanta los ánimos de quien la bebe y también ayuda a levantar las andas de los pasos a los papones leoneses.